viernes, 19 de julio de 2013

LA MUERTE DE “YERBAGÜENA EL MIELERO”. Julio Migno

Como los pájaros del monte:
rezando una canción de pico abierto;
como la estreya en lo mas hondo
de l ‘alta copa del silencio,
como una rama yena ‘e nidos
entre perfumes y canciones
se fue la vida del Mielero...

El hombre que cayó en noche
tenía el corazón de malva,
 y azules tenía los ojos
como florcitas de salvia.

Alcanzó a ver en l’ aclarada
el farolcito del lucero;
sintió un zorzal que madrugaba
y que de cerca lo cuidaba
la sombra buena del Matrero.
¡Don Yerbagüena ha muerto!
están rezando los sauces en hilera,
están yorando los ceibos;
y pasan la noticia los crespines
a la voz de los vientos,
 y los vientos hamacan los zanjones
que dicen al pasar:¡Don Yerba ha muerto!

Ya no hay en todo el monte ni una música;
los chajases y teros
han apagado su grito de rondines
y marchan con el luto en los clarines
oriyando el zanjón del sentimiento.
¡Hoy, despuntando la mañana
como los pájaros del monte
como la estreya de los cielos,
como una rama yena de nidos
Don Yerbagüena ha muerto!


Ha caído como el pájaro y la estreya
porque eso era en la tierra y en el cielo:
el zorzal mas cantor que había en las islas
y una estreyita para vivir ardiendo.

Yerbagüena, la poca que quedaba,
se fue en perfumes por el pago islero!
¿Quién va a cuidar los nidos en el monte,
quién va a tocar guitarras como el muerto?

No lo quisimos creer, porque era un hombre
que para morir necesitaba tiempo;
no se acaba un destino en dos tirones,
pero es ley que los pájaros cantores
después de haber cantado remonten vuelo...


No lo pudimos ver... Estaba el sol alto;
no lo pudimos ver... parece cuento.
Tenía yenas de pájaros las manos,
tenía sembrado de pájaros el pecho
y era un canto hecho cruz sobre los pastos
estaquiado a cien picos contra el suelo;
con dos calandrias que tomaban agua
desde los charcos de sus ojos buenos;
con yuntas de torcazas que buscaban
la miel del corazón abriendo el pecho,
y con enjambre camatá  en los labios
buscando flores de canción y acentos;
y en la frente, fogón donde en cenizas
quedó el último verso trasfoguero
le ceñía el crespón de sus ternuras
una vincha lustrosa de boyeros.
¡Era un nido ruidoso de zorzales
de tordos, de crespines, de jilgueros.
tenía yenas de pájaros las manos,
 tenía sembrado de pájaros el pecho,
y yegaron bandadas y bandadas,
y a pico y alas remontó a los vientos,
 y los hermanos del cantor yevaron
el cuerpo del Mielero

Yerbagüena quedó como el mataco
en la copa del árbol más islero,
y los cuidan los pájaros cantores
y lo escucha de noche el pago entero:
“Todavía soy por  herencia de la suerte
con la lanza en mi voz, sanjavielero!”

La vida de tu pájaro más gaucho
mi San Javier te cuento.
¡Que no muera jamás entre tus hijos

 Yerbagüena el Mielero!

lunes, 15 de julio de 2013

Peteco Carabajal armó su "patio rosarino" Con participación de artistas de Rosario, Peteco completó dos noches a sala llena en Plataforma Lavardén con su espectáculo "Solo y acompañado"

Publicado en Rosario3
08:38 | lunes, 15 de julio de 2013

 por:Pedro Robledo

"Solo y acompañado" es un espectáculo que el artista santiagueño realizó en Buenos Aires y, por primera vez, lo concretó fuera de la Capital. La referencia original remite a "Encuentro de brujos", un espectáculo similar gestado por el Chango Farías Gómez.

La idea fue armar una “juntada” con artistas locales, del folklore y de otros géneros, en torno a sus canciones más populares y algunas de otros creadores argentinos.

La particularidad del diseño del show fue que con la mayoría de los invitados Peteco no se conocía, ni sabía de sus propuestas. La improvisación en el escenario con los artistas que iban desfilando fue una de las premisas salientes. 

En el primer tramo, de media hora, Peteco cantó sus nuevas canciones, con una introducción con violín solo. "Un ejercicio para calentar los dedos solamente", apuntó antes de cantar "Memorial de los patios", una chacarera que nombra músicos y cantores santiagueños que ya no están.

"Cantando le pido al sol", "Guitarras del alba" y "El niño" (compuesta con Víctor Heredia, grabada por Jorge Rojas), convivieron en esta parte con una chacarera dedicada al guerrillero santiagueño Mario Santucho. También se le animó al tango, comentando "Peteco de Buenos Aires", el ciclo que lleva adelante en el Torquato Tasso, el tradicional reducto tanguero porteño.

Hubo una banda estable que integraron el pianista rosarino Gerardo Bautista, el bajista Juancho Farías Gómez (hijo del Chango), el percusionista Juan Emilio Carabajal (sobrino de Peteco, radicado en Rosario) y el aerofonista Jorge Cumbo.

Con esta formación inició la segunda parte con una versión instrumental de "Alfonsina y el mar".

También, las dos noches, hubo pareja estable de danza conformada por Cintia Kluczkiewicz y Claudio Chirino.


Del ámbito foklórico de la ciudad, pudieron lucirse junto a Peteco: Rocío y Ulises Basualdo, Amarcanto, Natalia Gómez Alarcón, Mariela Carabajal, Latebombo, Luciano Jazmín, Leandro Lovato y Carlos Pino.

De otros estilos y géneros, se sumaron: Diego Casanova y Gabriel Coronel (Rosario Smowing), Caburo, Pancho Chéves, Franz Funes (Patagonia Revelde), Julián Miretti "el Ninja" (El Caño) y Ser al Sur (tango-flamenco).

El notable acordeonista correntino Néstor Acuña y el vientista Juan Martín Medina (rosarino, de varios años en México como parte de la banda de Julieta Venegas), también se integraron a la numerosa lista.
Peteco, entre viernes y sábado, sumó cinco horas y media de actuación. Terminó exausto, pero con el suficiente resto como para el rito de la trasnoche, clásico final de sus rutas nocturnas.

Cada momento resultó una instantánea irrepetible en la cual los artistas invitados le expresaron el honor de haber sido parte del show y él confesó haberse enriquecido con las excelentes propuestas rosarinas elegidas por la producción local.
http://www.rosario3.com/ocio/noticias.aspx?idNot=132824

martes, 9 de julio de 2013

MILONGA DE LAS DOS MANOS (AUTOR Y COMPOSITOR: RAMÓN AYALA)

Eran dos manos cortadas,
En la fría madrugada
Una derecha, otra izquierda
Las dos en llanto empapadas
Y cuentan que la derecha
A la izquierda susurraba
Para que no la escucharan
Ni el fusil ni la metralla.

Por tu culpa nos quitaron
Para siempre a Víctor Jara
Por ambicionar poderes
A que no estás destinada
Dijo, la derecha altiva
A la izquierda que lloraba
Mientras por el río Mapocho
Extrañas sombras rondaban.

¡No hermana, no es la verdad
solo quise hacer la zafra
darle luz de la esperanza
a los pobres de mi patria.
Eres tu quien levantaste
El uniforme y la espada
Y contra el pueblo cargaste
sin saber, que te mataban!

Recitado
 Y cuentan que por el viento
Profundas voces llegaban
Voces queridas del pueblo
Junto a las manos cortadas
Pablo Neruda, presente
Violeta Parra, presente
Salvador Allende, presente
Comandante de los pobres...
Todas las voces del pueblo...

No podrán parar la savia
Por más que un árbol arranquen
Ella viene de la tierra
Y brota en todo el paisaje.

Fina
lPara Víctor Jara
canta la guitarra
con cuerdas del corazón.

P/D: Quería compartir esta emblemática obra del querido maestro, homenaje a otro gran maestro; luchadores ambos, trovadores de nuestra América... Si les gusta y consideran compartir, que así sea!
Cintin